Además de ser intérprete de conferencias y traductor profesional, tengo 10 años como docente en programas de traducción e interpretación. En una gran mayoría, siempre he dado mis clases en formato presencial. Sin embargo, la situación actual ha hecho que una gran cantidad de profesores pasemos a un formato 100 % en línea en corto tiempo y sin mucha preparación previa.
Afortunadamente, la universidad donde doy clases tiene una muy buena plataforma/sistema de gestión del aprendizaje (LMS): Blackboard. Si bien la plataforma no es completamente intuitiva y tiene una cantidad de opciones que pueden llegar a ser abrumadoras, sí logra adaptarse a los contenidos y actividades de mis cursos.
Otro punto positivo es que la universidad puso a disposición de los profesores cursos cortos de capacitación sobre Blackboard y la función Blackboard Collaborate Ultra que permitirá dar clases de forma sincrónica. Aunque algunos fueron bastante básicos, otros cursos sí que me ayudaron a resolver algunas dudas: no recordaba dónde se alojaba un tipo de grabación específica o dónde se encontraba la opción para crear ciertos enlaces directos a herramientas más complejas dentro de la misma plataforma.
Por suerte, tratar de estar siempre capacitado y buscar constantemente formas de incluir la tecnología en mis clases hicieron que pasar al formato no presencial no me chocara tanto. Si bien la situación actual por la COVID-19 es compleja y nos plantea muchos obstáculos, es bueno ver esos obstáculos como oportunidades de crecimiento.
Tomo el sobrevivir a las primeras dos semanas de clases fully online como alcanzar una meta personal, por más pequeña o efímera que pueda parecer. Me siento agradecido por la oportunidad de poner en práctica mucho de lo leído, visto y compartido por colegas. Siempre existirá el miedo a lo desconocido y a que las cosas nunca saldrán como uno las planifica, pero pienso que hay que enfrentar todo con buena actitud.
Estar dispuesto a enseñar clases en línea es un gran paso, pero no es suficiente. Uno tiene que esperar lo mejor y estar preparado para lo peor. Planificar las clases es algo ya habitual para los docentes; sin embargo, el formato en línea amerita considerar aspectos nuevos en esa preparación. Comparto con ustedes cinco consejos que pueden ayudarlos en esa/la preparación para la enseñanza en línea:
- Explorar la plataforma con la que cuenta nuestra institución: antes de entrar en pánico siempre es bueno revisar las herramientas disponibles, ya que evaluar los puntos positivos y negativos de nuestra plataforma hará que sepamos con qué estamos trabajando. En caso de que nuestra institución educativa no cuente con una plataforma, Google Classroom y Edmodo son buenas alternativas. Inclusive la opción de crear grupos cerrados de Facebook es una buena opción si somos un poquito creativos.
- Tener un ambiente adecuado para dar clases: nadie quiere tener un profesor dando clases en la cocina, con mucho ruido y otros elementos distractores de fondo. Puede que actualmente no contemos con un ambiente dedicado a la enseñanza en línea, pero siempre podemos adaptar un espacio limpio, ordenado, bien iluminado y calmado, aunque sea para lo que duren nuestras clases.
- Tener los materiales correctos para enfrentarnos a las clases en línea: creo que la mejor compra que he hecho en los últimos años ha sido un par de audífonos con micro (headset) con conexión USB. En estos tiempos, ya no basta con tener una computara confiable y una conexión estable de internet.
- Actualizar todos nuestros perfiles virtuales: puede parecer superficial, pero es muy importante que los estudiantes sepan quién es su profesor. En esta época del distanciamiento social es muy importante estar conectados. Colocar una fotografía en nuestro perfil en el curso tendrá un efecto positivo en la relación de nuestros estudiantes con el curso. Otra opción es compartir con ellos nuestro perfil actualizado en LinkedIn, ya que es más profesional que Facebook o Instagram.
- Preparar nuestros materiales y contenido en varios formatos y con anticipación: he aprendido que estar preparado para una situación estresante elimina enormemente la presión que sentiremos al estar en dicha situación. Las clases en línea exigen que el contenido, las actividades y las instrucciones compartidas con nuestros estudiantes estén en diversos formatos (textos, videos, audios, podcast, foros de discusión, actividades grupales e individuales, etc.) y se preparen con la debida antelación. Recordemos que en el formato en línea es mucho más difícil improvisar.
¡Buena suerte en sus clases en línea!