A finales de mayo del 2022 me mudé a París por trabajo. Y las cosas de la vida han hecho que me ponga una nueva meta: mejorar mi lengua C que es el francés. Mi francés no es malo, pero vivir en un país francófono es la oportunidad perfecta para mejorar una lengua que tenía descuidada.
Aprendí francés cuando estudiaba la licenciatura de traducción e interpretación y viví en París entre el 2006 y el 2009, luego de terminar mis estudios. Eso hizo que mi francés, en mis años locos parisinos, se volviese mi lengua B. Luego regresé a Perú y pasó de ser una lengua B a una lengua C perezosa. Ya en el 2022, luego de un par de meses de estar viviendo aquí, mi francés se ha reactivado y es una lengua C bastante sólida pero no es lo suficiente como para que me ayude a alcanzar mis objetivos de la conquista del mundo.
Ahora, activar una lengua no es tan sencillo como uno puede pensar. Se requiere muchas estrategias, conocimientos, recursos y, sobre todo, mucha planificación.
Soy docente de interpretación y sé que, en educación, lo primero que uno tiene que hacer es establecer un objetivo. En este caso opté por un objetivo SMART (Specific, Measurable, Achievable, Relevant and Time-bound):
Hacer que mi francés pase de ser una lengua C a una lengua B en 12 meses por medio de la práctica semanal con ejercicios de comprensión, expresión e interpretación.
Luego de establecer mi objetivo, planifiqué mi proceso para lograr mi objetivo en el tiempo que me había planteado. Fue haciendo esta planificación que encontré algunos retos y, afortunadamente, soluciones:
Tiempo disponible
En París tengo un trabajo fijo. Si bien no tengo una hora de entrada ni una hora de salida de la oficina, con la posibilidad de trabajar desde casa algunos días, no me puedo dedicar el 100% de mis horas del día a mejorar el francés. Afortunadamente el tener responsabilidades previas me permite saber de cuánto tiempo dispongo a la semana para dedicarlo a la activación de la langue de Molière.
Identifiqué que las mañanas y tardes, de lunes a viernes, antes y después del trabajo, tenía un tiempo disponible. Los fines de semana por lo general los tengo bastante libres.
No es urgente que mejore mi francés así que puedo darme el lujo de plantearme doce meses (52 semanas) como límite para alcanzar mi objetivo. Eso me permite que mi proceso sea lento pero seguro. Petit à petit, l’oiseau fait son nid.
Recursos a mi alcance
En una lengua como el francés todavía cuesta un poco de trabajo encontrar recursos adaptados a los objetivos de cada persona. Como mi objetivo es usar el francés como lengua de trabajo en interpretación, los típicos recursos de aprendizaje de idiomas no se ajustaban a mi situación. Necesitaba algo distinto.
Si bien no he dejado de lado recursos clásicos como libros que encuentro en el ranking de librerías clásicas como la Fnac o consejos de booktubers francófonos, no puedo descuidar lecturas más adaptadas al mundo de la interpretación de conferencias como Le Monde Diplomatique.
Además de las interacciones sociales parisinas que permiten que practique la comprensión y expresión orales, siempre escucho podcasts en francés como ONU Info, Journal de l’Afrique de France 24, la revue de presse internationale de Europe 1, le débat africain de RFI, une semaine dans le monde de France 24, la revue de presse Afrique de RFI y, por supuesto, À bientôt de te revoir de Binge Audio, Émotions de Louie Media, Mourir Moins Con de Prima Media y Transfer de Slate.fr.
Ahora, ¿cómo sabré que al final de los doce meses planteados habré alcanzado el nivel deseado? Por medio de un sistema de evaluación, bien sûr.
Pero eso será ya tema de otra entrada.